Tarta vegana de fresas con nata y chocolate

¡¡Amores!! ¿Cómo va la semana? Estoy a unos días de irme y he decidido preparar este super post especialmente dedicado a los que celebráis el día de San Valentín. Para mi se trata de un día comercial más, me pasa un poco lo mismo que con las Navidades, veo a la gente loca por comprar objetos inútiles y me resulta algo ajeno a mi forma de ser, aun así lo respeto muchísimo, quien quiera celebrarlo me parece genial, yo soy más de festejar el amor cada día 😀 Querámonos de forma especial a diario ¿no? La magia puede existir en el momento menos esperado ¿qué opináis vosotr@s?

Sin embargo, hay algo que siempre me gusta de todos los eventos: ¡¡¡la comida y los dulces!!! Soy una glotona, amo comer por encima de todo, hasta de mi misma jajaja Ahora en serio, este pastel saludable es el más delicioso que váis a probar en vuestra vida. Sí sí, habéis leído bien, es absolutamente decadente. ¿Acaso puede una tarta de fresas con nata y chocolate defraudar? ¡¡Imposible!!

Por cierto, si sois del grupo de personitas que aborrecen el coco, que yo sé que hay unos cuantos, podéis cambiar la nata de coco por nata de anacardos, la cual se prepara batiendo anacardos activados con agua, zumo de limón y sirope. Mi recomendación es que le déis una oportunidad a esta nata, porque se hace con leche de coco y no tiene nada que ver con el coco rallado y esos dulces asquerosos de coco que a menudo nos venden en supermercados. Esta nata es fresca con un sabor sutil a coco, os va a sorprender, de verdad.

Vamos allá con los ingredientes y el método de preparación, ya veréis que no es tan difícil como parece 🙂

Ingredientes para la base de la tarta

• 1 Taza de dátiles (no hay que remojarlos)
• 1 Taza de coco rallado (si no os gusta el coco, podéis poner una taza de cualquier fruto seco o copos de avena)
• Pizca de sal marina
• 2 cucharadas soperas de agua mineral o filtrada

Ingredientes para la nata vegetal sin lactosa

• 4 latas de leche de coco (las ponemos en la nevera toda la noche)
• 6 cucharadas soperas bien colmadas de sirope de dátil o arce
• Importante: poner un bowl grande (si es de cristal mejor) y las varillas de la batidora en la nevera unas horas antes de hacer la tarta para que estén frías y nos salga mejor la nata

*Consejo: Yo utilicé latas de leche de coco Blue Dragon, una marca que encontré en el supermercado gallego Gadis. Lo comento porque intenté hacer esta nata con otras marcas, como por ejemplo Dr. Goerg, que es mi favorita y es ecológica, pero no me quedó tan bien. Sabéis que normalmente siempre os recomiendo comprar ecológico, en herbolarios, no obstante en esta ocasión tengo que deciros que me compré leche del supermercado y que algún conservante tiene, pero el resultado fue perfecto, así que por un día pienso que vale la pena. Si no encontráis esta marca, es cuestión de probar, quizás con otras también queda bien. Además, he de decir que te ahorras mucho dinero, porque son muchas latas y esta marca es baratita.

Ingredientes para el chocolate crudivegano

• 2 aguacates grandes maduritos
• 5 cucharadas soperas colmadas de harina de algarroba
• 6 cucharadas soperas de sirope de dátil o arce
• 1 cucharada sopera colmada de aceite de coco en frío (lo ponemos directamente del bote sin derretir)
• Pizca de sal marina

Decoración y relleno del pastel vegano de los enamorados

• 1/2 Kg de fresas (de la mejor calidad posible, ya que cuanto más dulcitas, más rica la tarta)
• Harina de algarroba para espolvorear por encima

Preparación del pastel vegano de fresas con nata y chocolate

• Antes que nada haremos la base, la cual es muy sencilla. Cogemos un procesador de alimentos (si no sabéis lo que es, mirad este vídeo) y echamos el coco rallado, los dátiles deshuesados y la sal. Deshacemos hasta formar una especie de arenilla. En este punto, añadimos las cucharadas de agua y volvemos a procesar, en unos segundos se convertirá en una masa que parece la típica base de las tartas de queso y mermelada, que normalmente se hace con galletas y mantequilla. Esta es sin duda una opción mucho más sana 🙂
• Forramos con papel vegetal un molde redondo desmontable de unos 22 cm. y posicionamos la base aplastándola bien para que quede uniforme y a la misma altura. Esto lo hacemos con las manos, que es más fácil.
• La metemos en el congelador para que coja consistencia mientras hacemos el resto de pasos.
• El siguiente paso es preparar la nata. Cogemos el bowl, las varillas y la latas de leche de coco de la nevera. Abrimos las latas con cuidado y seleccionamos toda la crema de coco que debería estar algo dura dejando de lado el agua de abajo. Hacemos esto con cada lata y vamos posicionando todo el coco en el bowl. Las aguas no tenemos porque tirarlas, podemos meterlas todas en una botella y nos sirve de leche vegetal para nuestros porridges (siempre agitarla antes de usarla).
• Ahora toca montar la nata. Batimos con las varillas la crema de coco un buen rato hasta que se deshaga bien y adquiera textura de nata montada, puede llevarnos más o menos tiempo dependiendo de la marca de leche, el frío que haga… A mi con esta marca se me hizo en nada. Una vez lista, le añadimos el sirope de arce y batimos un poco más. Reservamos en la nevera mientras hacemos el chocolate.
• En el mismo procesador de alimentos que usamos para la base (no hace falta lavarlo), ponemos los aguacates y trituramos hasta formar una crema ligerita. A continuación, agregamos el sirope, la algarroba, el aceite de coco y la sal. Deshacemos todo muy bien con la ayuda de esta práctica maquinita y ¡¡listo!!
• Mientras reposa un poco el chocolate, podemos cortar todas las fresas en lamininitas para tener todo a punto y empezar el montaje de nuestro mega pastel.
• Sacamos la base del congelador, la nata de la nevera y empieza la fiesta. La primera capa es de nata, así que echamos la mitad de la que hicimos y por encima cubrimos con fresitas.
• La segunda capa será de chocolate y aquí echaremos todo nuestro ganache de algarroba, volvemos a cubrir con fresas y por último ponemos el resto de la nata. De nuevo, nos toca poner fresas, pero esta vez con más esmero para que quede bonita 🙂 Espolvoreamos algarroba y decoramos con un trocito de fresa con hojita verde, también le quedarían muy bien unas hojitas de menta. El verde contrasta con el rojo y queda espectacular.
• La dejáis reposar en la nevera toda la noche y al día siguiente desmoldáis con mucho amor y cuidado.
• Aquí os muestro en un collage el paso a paso para que veáis bien como queda la nata. Espero que os sea útil.

Arriba podéis ver como se hace la nata y el chocolate. Más abajo como vamos poniendo las capas y decorando con fresas.

En el momento que estéis espolvoreando la algarroba sentíos muy orgullosos de la pedazo de tarta que acabáis de preparar porque de verdad que esto es una delicatessen. Os aseguro que es de las mejores tartas que he probado, me río yo de las pastelerías 🙂 Esta maravilla parece comprada y sale mucho más barata.

Vais a dejar boquiabierto a todo el personal 😀 😀 😀

En fin, ¿que opináis? Este artículo me daba un poco de pereza porque llevaba mucho trabajo detrás, que si fotos, textos largos y como casi estaba a punto de irme… No obstante, no podía dejaros sin ella con lo lindos que sois 🙂

Antes de partir quiero inspiraros con esta yogi frase…

«Love without trust is a river without water»

Sí, amigos, por mucho que lo intentemos, si no confiamos en la persona, jamás tendremos una relación sana, seremos como un río sin agua, una pareja vacía, así que fomentemos la confianza y el entendimiento, ya que nuestra vida será mucho más plena y satisfactoria.

Miles de besos <3 <3