Panecillos de trigo sarraceno y sésamo
Bonjour mes amis!! Por fin comparto con vosotr@s esta práctica y deliciosa receta. Tengo que ser sincera, hacía tiempo que no me apetecía comer pan porque probé a hacer algunos sin gluten, así sin ponerle mucho interés y como que eran un poco duros y secos. También hice panes crudos con los restos de los zumos verdes un tiempo y a veces muy bien, pero otras eran demasiado mojados o por el contrario secos… ¡¡He aquí la solución!!
Os presento mis panecillos rústicos de trigo sarraceno, tapioca y sésamo. Este pan ha despertado mis ganas de volver a comer tostadas en el desayuno, me ha devuelto la ilusión por hornear, ha sido maravilloso 😀 He hecho variaciones de mi receta base y la que más me ha gustado ha sido la última porque al ser en forma de panecillos se hornean muy rápido y quedan perfectos. No os entretengo más, corred a comprar los ingredientes y preparaos para disfrutar un pan 100% sin culpa porque además de no llevar gluten, tampoco tiene levaduras. Así que adiós a las cándidas y a los tiempos de espera interminables. Very easy!!!
Ingredientes sólidos de nuestro pan casero sin gluten
- 200 g de harina de trigo sarraceno (podemos comprarla o moler el grano en un molinillo de café)
- 100 g de almidón o harina de tapioca
- 100 g de semillas de sésamo tostado (lo molemos en el molinillo de café)
- 15 g de psyllium (superalimento importante porque le da más elasticidad a la masa)
- Una cucharadita de bicarbonato sódico bio
- Una cucharada sopera de remolacha en polvo (opcional)
- Una cucharadita de sal marina
- Necesitaremos seguramente un poco más de harina de trigo sarraceno para rectificar la masa al final
Ingredientes líquidos de nuestro pan casero sin gluten
- 150 ml de leche vegetal (yo usé leche de arroz)
- Una cucharada sopera de vinagre de umeboshi (podemos ponerle de manzana si no tenemos de umeboshi)
- Una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra 1ª presión en frío
- Agua para cubrir el psyllium y así remojarlo
Esta es la receta base, pero si no os gusta tanto el sabor del trigo sarraceno, podéis quitar un poco y añadir más tapioca, por ejemplo 150 g de cada uno. También podéis añadirle levadura nutricional, que le da un toque saladito muy rico, especias a vuestro gusto, aportándole con ellas un toque tirando más a dulce (por ejemplo con canela y cardamomo) o a salado (romero, tomillo, orégano, albahaca…). Eso lo dejo a vuestra elección 🙂
Preparación de nuestro pan de pueblo con sabor a sésamo
- En un bol grande juntamos todos los ingredientes sólidos menos el psyllium, el cual vamos a remojar bien cubierto de agua unos 10 minutos (lo revolvemos y dejamos reposar).
- Mientras tanto precalentamos el horno a 220º y echamos los ingredientes líquidos en otro bol para integrarlos bien.
- Cuando el psyllium ha soltado sus mucílagos (es como una mezcla pastosa y algo densa), lo incorporamos a nuestros líquidos y revolvemos para que todo esté uniforme.
- Ahora viene lo más sencillo, echamos los ingredientes líquidos a los sólidos y unimos con ayuda de una espátula. Cuando ya nos cuesta darle vueltas, metemos las manos y amasamos un tiempo (un par de minutos). En este paso vamos agregando más harina si se nos hace difícil de manejar (pide bastante harina). Cuando ya la masita está elástica y hermosa (eso lo vamos a ver porque nos permite trabajarla fácilmente) podemos crear nuestros panes con formas diferentes o si lo queréis para tostadas, lo horneáis en un molde de plum cake (cubierto con papel de hornear para que no se pegue). La verdad es que yo prefiero hacer panecillos porque se hacen muy rápido, el pan grande tarda un poco más, vigiladlo.
- Cuando están listos nuestros panes, ponemos en la parte baja del horno una fuente pyrex (que sirva para meter en el horno) con agua para crear vapor. Por otro lado, posicionamos en nuestra bandeja cubierta de papel antiadherente los panecillos y les hacemos unos cortes. Ya podemos hornearlos, se hacen en 30 minutos a 220º calor arriba y abajo. Tened en cuenta que quizás vuestro horno es más potente que el mío, así que no les quitéis el ojo, no vaya a ser que se quemen.
- Finalmente los dejáis enfriar sobre una rejilla. Después, recomiendo guardarlos en la nevera para que se conserven mejor. La masa os da para 6 panecillos, los cuáles yo me comí en 3 días, así que al menos puedo aseguraros que aguantan varios días perfectamente.
Un tip: ¿Os gusta el toque crujiente? Tostad vuestro pan abierto a la mitad en la sartén con AOVE o aceite de coco, ¡¡estará de muerte!! Tostadas crujientes marchando…
Estoy segura de que adoraréis esta receta, pues va a permitiros crear tostas dulces y saladas. A mi me gustan con tomate, especias y aceite de oliva, con aguacate y limón, con frutas variadas y cremas de frutos secos y semillas como el tahini. Otra opción magnífica son las mermeladas caseras. Además, si no conocéis todavía mi método en crudo para hacer mermeladas sencillísimas os invito a leer mis artículos de mermelada de fresa y mermelada de higos.
Tampoco puedo olvidarme de recordaros que las tostadas más ricas del mundo son las untadas con nutella casera. Y en eso yo me he convertido una experta porque en mi casa se consume mucha, así que echadle un vistazo a mis nutellas.
¿Os ha gustado mi opción de pan sin gluten? No esperéis a probar mi pizza con harina de garbanzos sin gluten, está delicious y crujientita a la italiana. No me diréis que no os lo he puesto sencillo, no hay excusa para dejar las harinas refinadas 🙂
Un beso grande amig@s, vuelvo en unos días con recetita dulce de Halloween <3 <3
Hola guapa!
Acabo de ver tu mención! Muchas gracias, me alegro de que te gustara el artículo!
Un besote preciosa!
Un placer compartir tus maravillosas recetas. Besito guapa!!