Cupcakes crudiveganos con glaseado de caquis
¡¡Buenos días!! ¡¡¡¡¡Hoy es mi cumpleaños!!!!! Un año más de sabiduría 🙂 Estoy muy contenta de todo lo que he aprendido este año, no quiero repetirme, pero soy muy feliz desde que me alimento bien, de verdad, han cambiado tantas cosas… He ganado energía, positividad, confianza, adiós a los días grises sin sentido, a ver, todos tenemos algún día malo, pero yo antes era un poco pesimista de más, todo lo veía para mal… Ahora solo puedo ver un largo camino lleno de eventos maravillosos, me propongo objetivos y voy poco a poco cumpliéndolos sin presiones.
En resumen, porque puedo estar horas hablando de los cambios que he experimentando, estoy feliz con mi nueva yo y mi misión es que vosotr@s sintáis lo mismo, pues aunque las emociones, relaciones, etc. también son muy importantes, la alimentación es un primer paso que todos podemos dar para acercarnos a la felicidad plena. Es más sencillo de lo que creemos, eliminando tóxicos e incluyendo nutrientes ya hacemos mucho ¿quién se une a mi sana locura? Espero que tod@s 🙂 Por cierto, quiero dar la bienvenida a mis nuevos lectores que se han suscrito al blog o han comenzado a seguirme en las redes sociales. Gracias de corazón, me llena de alegría que cada vez seamos más. En fin, dejo de daros la lata, seguro que estáis deseando ver la receta que he preparado para Halloween, la cual os adelanto que es hipersencilla, riquísima y perfecta para hacer con los más peques de la casa. ¡¡Vamos allá!!
Ingredientes para ocho cupcakes del terror
- 1 taza de dátiles
- 1/2 taza de coco rallado
- 1/2 taza de semillas de calabaza
- 1 cucharada sopera de cacao o semillas de cacao molidas
- 2 caquis de tamaño medio (maduritos)
- Decoración: Nibs de cacao y semillas de calabaza
Preparación de nuestros cupcakes de otoño con caqui y calabaza
- Ponemos en el procesador de alimentos los caquis pelados y los deshacemos hasta formar una crema. Reservamos en un bowl mientras hacemos la base. Este va a ser nuestro glaseado, es ¡¡tan simple y rico!!. Si no tenéis un procesador, podéis hacerlo con la batidora de toda la vida.
- Ahora toca hacer los «muffins» crudiveganos: procesamos en conjunto los dátiles deshuesados, el coco rallado, las semillas de calabaza, el cacao y una cucharada sopera de nuestra crema de caquis; esto le va aportar un extra de jugosidad a los cupcakes.
- Cuando tenemos nuestra masita, la ponemos en moldes de silicona para magdalenas (los típicos de cupcake de 7×3) presionando bien para que cojan la forma. Vamos rellenando uno a uno hasta arriba de todo. Más o menos van a ser ocho, depende del tamaño de vuestros moldes.
- Por último, ponemos, con la ayuda de una espátula, el glaseado de caqui y decoramos haciendo una carita de calabaza con los nibs y las semillas de calabaza, algunos quedarán contentos, otros tristes, esta es la parte más divertida.
- Refrigeramos toda la noche y al día siguiente desmoldamos (salen sin problema). Podemos ponerlos en una fuente curiosita para sorprender a nuestros comensales.
¿Habéis visto que fácil es hacer un dulce bonito? En mi casa encantaron a todo el mundo porque son taaaaan jugosos y además, gracias al caqui adquieren el dulzor característico de los glaseados de cupcake que son puro azúcar. Esta es sin duda una opción mucho más saludable a base de fruta, semillas y coco.
Si os interesa conocer otro dulce del estilo de estos cupcakes os propongo visitar mi receta de tartaletas crudiveganas con crema de arándanos. Profitez bien!!! Me voy a disfrutar un poco de mi día y os adelanto que la semana que viene os daré la receta de mi tarta de cumple, ya que algo tan rico tengo que mostrarlo al mundo.
¡¡Un beso!! <3 <3